2 feb 2015

¿En qué se parecen la arena y la nieve?


A priori... en nada. Una la asociamos a la playa y la otra a la montaña. Una me hace pensar en calor, ese momento que bajas a la playa y como le ha estado dando el sol, te quema la planta de los pies. Una se te pone por todas partes, dentro del bañador, en las uñas ... seguro que habéis "comido" más de una vez. Puede ser muy fina o gruesa, y rasposa. De un blanco claro, pasando por todas las tonalidades de crudos y marrones e incluso roja o negra. La otra, la nieve, es fría. De una textura que va del azúcar en polvo a piedrecitas, de un blanco que hace daño a los ojos. A veces se te pega a los ojos y hace daño, de tan fría y blanca.

Entonces... ¡¿en qué se parecen la arena y la nieve? Tienen un punto en común que las hace idénticas. Son un imán para los niños. Poned niños sobre la arena o sobre la nieve y tendréis diversión para un buen rato. No hay nada que los haga saltar tan rápido como dos frases:

- Vamos a hacer castillos de arena
- Vamos a hacer un muñeco de nieve (ya funcionaba incluso antes de Frozen)


¿Y sabéis en qué se parecen también? En la fantástica capacidad que tienen las dos, arena y nieve, de convertir a los niños en croquetas… 

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