Ampliamos el catálogo
de 'Verdades gemelares como puños’. Con NO LO PODRÁS VER TODO. Hoy he sido
plenamente consciente de que otro de los súper poderes de una madre de gemelos
pasa por la agudeza visual. Os pongo en situación.
Voy a la piscina con
las mellizas. Cuando eran pequeñas no te lo podías ni plantear, porque la
logística era tal que resultaba impensable. Ahora ya no.
Pero vas a una piscina
donde ya normalmente ya no se ve gran cosa por el vaho. Y te sacas las gafas. Miopes,
ya entendéis la sensación (en mi caso que encima tengo 12 dioptrías en cada ojo,
es de medalla de oro) . Ya tienes bastante trabajo, en medio de tanta criatura,
a controlar tus peques, que sólo las identificas porque una es una mancha
amarilla (del gorro) y la otra blanca. No te puedes fiar del bañador porque que
todas las niñas llevan el mismo bañador rosa del Decathlon.
Pues sólo falta que
cuando estás bien situada, empiecen a gritar las dos a la vez.
"Mama, mira como
hago el pino”
"Mama, te enseño
como me tiro de cabeza"
"Mama, el otra
día aprendí a hacer el delfín”
"Mama, mírame,
que hago la flecha"
"Mama, mira como
salto"
"Pero, mamá, mírame!"
.
No puedo, amores. Si
están a dos metros de donde estoy, ya no las veo. Y si me ponen cerca, mientras
una está haciendo el delfín no puedo ver como la otra es una flecha.
"¡Muy bien! Lo
has hecho muy bien las dos”.
¡Ala, agudeza visual
de súper –heroína!
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