16 may 2012

#equilibrando el desequilibrio

Muchos días me siento así. Una equilibrista haciendo malabares para llegar a todo. Hice esta foto casi por inercia. Pero cuando desde el blog de Conciliación Real Ya nos han propuesto celebrar el Día Internacional de la Familia con un Carnaval de blogs centrado en la importancia de mantener el equilibrio entre la vida laboral y personal, supe que sería la foto que lo ilustraría.

Quiero empezar esta reflexión diciendo que creo que soy afortunada. Tengo un trabajo donde me han permitido hacer horario intensivo de mañana y por las tardes puedo estar con mis hijas mellizas. Sé que hay gente que está en una situación mucho peor. Sé que hay países que pensarían que nuestras preocupaciones son ridículas y algunos que tendrían que buscar la palabra conciliación en el diccionario. Pero también sé que hay gente que puede compaginar su vida laboral y personal mucho mejor. Sé que hay países que se lo toman como una cuestión fundamental. Nos fijaremos en los que están mejor, ¿no?

 

Hay tantos temas a abordar que es imposible abarcarlos todos. Hoy quiero centrarme en el concepto “llegar a todo”. Hemos estudiado o luchado para conseguir un trabajo que nos llene y nos haga sentir realizadas. Muchas mujeres habían pensado que era su “todo” (o su “mucho”) hasta que la maternidad cambió al 100% ese concepto. Queremos ser madres y estar con nuestros hijos. Queremos continuar haciendo nuestro trabajo, queremos ser pareja, hermana, amiga y queremos tenerlo todo “controlado”. Yo he descubierto que no puedo llegar a todo. Por eso equilibrar nuestra vida laboral y familiar implica muchas veces renunciar a algunos aspectos. Y no debería ser así. Tengo que priorizar. Pero priorizar no debería significar renunciar absolutamente. No sería así si la cultura empresarial de este país apostara por los resultados en lugar de valorar las horas que se está en el trabajo. Si se entendiera que las jornadas reducidas son oportunidades de creación de nuevos empleos y de satisfacción de los trabajadores que las necesitan. Para lo que sea. Para cuidar de los hijos, de los padres, para estudiar o para dedicar su tiempo libre a una ONG. Mientras no haya un cambio de mentalidad profundo en muchos de estos aspectos… la sociedad continuará viviendo en un desequilibrio.


Por eso, mientras tanto, en menor o mayor medida, tenemos que ir #equilibrando este desequilibrio.

 

2 comentarios:

  1. La verdad es que es muy complicado compaginar todo, yo ahora mismo estoy dedicada a tiempo completo a los mellis pero muchas veces pienso en lo dificil que me va a resultar encontrar un trabajo "compatible" con mis hijos.
    Antes de ser madre era de las que prefieren hacer TODO, TODO, TODO, porque nadie lo hace como yo, pero ahora me doy cuenta de que hay cosas mas importantes que hacer las cosas perfectas.
    Somos superwoman que intentamos ser todo lo buenas que podemos en todos los aspectos de la vida: trabajo, casa, marido, hijos...Tenemos que aprender a bajar el ritmo o trade o temprano terminará por pasarnos factura.

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  2. Vi que mi afan por equilibrar mi vida me llevaba a la depresión. Ahora me lo tomo con calma. Lo más importante: mis hijos.

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