19 jul 2011

La posición rugby y otras obsesiones


Ninguna madre, hermana, tía, prima o amiga puede prepararte para el momento en que te encuentras conociendo tu criatura recién nacida. Criaturas, en este caso. En cuatro días en el hospital hice una lista mental de un centenar de cosas que se podrían haber hablado el curso de pre-parto y que ni siquiera se mencionaron ... y que en cambio, pensé que eran vitales. En aquel momento era impensable intentar entender cómo podía haber sido tan malo.


Llevé muy bien los dos primeros días ... fue un intensivo de empezar a conocer y reconocer mis dos hijas y sus necesidades más vitales. La primera, la que más me preocupaba ... alimentarlas. Quizá no os lo creeréis pero durante todo el embarazo había llegado a obsesionarme la "posición rugby", para dar de mamar a gemelos. Había buscado alguna información pero por suerte, no me obsesioné demasiado en mirar cosas por Internet ... hubiera acabado loca ya que a menudo los artículos no son demasiado fiables. Lo que sí me encantaba era un reportaje de National Geographic sobre la simulación de unos gemelos en el útero. Ver como interaccionaban ya dentro de la barriga era muy emocionante ... ¿ellas debían hacer lo mismo? Estoy convencida de ello.

Ya me he perdido. Ah, sí. Amamantar. Con esto y con muchas otros aspectos del embarazo y de la crianza de los hijos teníamos claro que nos dejaríamos llevar por el momento que estuviéramos viviendo. Sin adelantarnos a la realidad. Sin obsesionarnos y dejando un poco de lado algunos comentarios o recomendaciones. Sólo que una cosa es decirlo y otra hacerlo, ¿verdad?. Fue complicado, por muchas cosas. Y de hecho salimos del hospital que aún no había tenido la subida de la leche. No podía soportar ver como las pequeñas lloraban de hambre. Al tercer día en el hospital me cogió un bajón impresionante porque me dijeron que ya me daban el alta y yo no me veía en casa ni "loca". Por suerte, una enfermera encantadora -y que me debió de ver muy mal-avisó una comadrona increíble, que nos ayudó mucho con la lactancia materna. Quizá si la hubiera conocido el primer día, las cosas hubieran sido diferentes.

Pero no se puede volver atrás y cambiar las cosas. Actúas como actúas en el momento en que lo haces y con las circunstancias que te rodean. ¿Qué es lo que importaba? Las niñas estaban bien (sus pruebas de azúcar habían salido correctas, lo que nos preocupaba porque yo había tenido diabetes gestacional) ... pero a mí me daba pánico irme a casa. Horas antes de que me dieran el alta, tenía una lista impresionante de dudas y cosas para preguntar. Tomaba notas como si estuviera en una rueda de prensa ... deformación profesional. Tenía ganas de volver a casa, pero como sería la vida con ellas…¿ fuera del hospital?

En el Hospital tuvimos la suerte de poder estar solos en una habitación. Tenemos mucha ayuda. Las pequeñas lo aglutinan todo, y es que en nuestra familia hace mucho tiempo que no hay bebés. Las pequeñas duermen en su cuna, pero también la comparten. Pienso que después de tantos meses juntas deben echarse de menos. Y cuando ellas duermen, nosotros tenemos que aprovechar. El cansancio es enorme. Pero también sabemos que acaba de empezar una época muy cansada de nuestra vida. Será una gran aventura.

1 comentario:

  1. Que barbara, en horabuena, super lindas, que bien que las duermes juntas, y si como dices te espera un tiempito de mucho cansancio, mis niñas se llevan 11 meses entre una y otra y parece como si fueran gemelas, pero lo mia ha sido un tiempo, leches diferentes, comida diferente, ropa de diferente medida, camas separadas, en fin no se que es mas dificil, jijiji, pero es una expericia increible, en hora buena, y un besaso a tus princesitas hermosas, mucho animo y paciencia.

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